Padres y madres de familia mayas tzotziles de la comunidad de San Antonio el Monte, de San Cristóbal de las Casas, en el sureño estado mexicano de Chiapas, quemaron este domingo más de 100 libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) por considerar sus contenidos “no aptos”.
Los libros estaban dirigidos a niños y niñas de la escuela primaria Benito Juárez García, pero fueron quemados por habitantes de San Antonio el Monte, ubicado en las inmediaciones de la ciudad y que cuenta con una población netamente de habla tzotzil y de creencias evangélicas.
Padres y madres de familia que conforman el Comité de Educación de la comunidad se reunieron en la cancha deportiva de la escuela primaria donde levantaron una minuta del acuerdo al que llegaron y tras quemar los textos pidieron que enviaran los libros del ciclo anterior.
Estos libros eran destinados a más de 700 niños y niñas que alberga la escuela Benito Juárez, enviados por la SEP para iniciar el ciclo escolar 2023-2024.
Manuel Mendoza, líder de maestros de nivel Indígena de la sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) dijo que rechazar los libros es una decisión meramente política y llamó al magisterio federalizado a “no caer en el juego de la derecha y ultraderecha reaccionaria que se mueve en el país”.
“(Pedimos) que en este nuevo ciclo escolar que estamos a punto de iniciar demos el mejor esfuerzo y explotar lo mejor que traen los libros de texto para poder generar un proceso de liberación del pueblo explotado y oprimido, a partir de que sabemos de que estamos bajo un sistema capitalista”, enfatizó.
Los hechos se producen en medio de la polémica sobre los libros que la SEP distribuirá para el nuevo curso escolar, que comienza el 28 de agosto, porque, según algunos detractores, buscan “adoctrinar” a los niños con ideas asociadas al “comunismo y socialismo” con contenido afín a la ideología del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
La conservadora Unión Nacional de Padres de Familia interpuso un recurso de amparo judicial en mayo al cuestionar que los nuevos libros contengan educación sobre diversidad sexual, familias diversas y órganos reproductivos, mientras que otros grupos han criticado que los materiales incluyen referencias en contra del “neoliberalismo”.
Según el más reciente censo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), esta comunidad, de 413 casas, cuenta con 2.259 habitantes y el 16 % de su población es analfabeta, el 12 % de ellos mujeres y 4 % hombres.
Además, el 98,8 % de la comunidad es indígena, el 84,8 % habla la lengua tsotsil y el 17,4 % no habla español.