Tras superar la gran sala de los fósiles a tamaño real, aparece la nueva exposición sobre el meteorito que lo cambió todo.
La exposición es una intersección entre ciencia y arte que se divide en tres partes: la vida de los dinosaurios antes de extinguirse, el impacto del meteorito y las brutales consecuencias de este para el planeta, acompañada de gráficas y pantallas interactivas.
En la exposición se pueden ver varios de los dinosaurios más icónicos; desde el paraceraterio, el animal terrestre más grande que ha pisado jamás la Tierra, hasta el famoso tiranosaurio rex, pasando por otros emblemas como el triceratops y los acuático plesiosaurio y mosaurio.
El impacto del meteorito tiene un papel troncal en la muestra. Se trata de un asteroide más grande que toda la ciudad de Barcelona, 10 milmillones de veces más potente que la bomba atómica de la Segunda Guerra Mundial y tan caliente como la superficie del Sol que cayó sobre nuestro mundo a 70 mil kilómetros por hora (km/h).
El meteorito extinguió al 75 % de las especies que habitaban el planeta, incluídos los dinosaurios, que no pudieron hacer frente a lluvias de asteroides especialmente fuertes en el oeste de Norteamérica, incendios forestales globales, terremotos mortíferos, tsunamis con olas de 300 metros y una enorme capa de ceniza que ennegreció el mundo durante más de un año.
La exposición también dedica una última parte a señalar cómo cambia el planeta durante toda su historia, a veces de forma gradual y a veces de forma abrupta, en las ya cinco extinciones masivas que ha sufrido -la última, la de los dinosaurios-, y cómo también estos cambios permiten que surjan nuevas especies, como nosotros, los humanos.
El conservador de paleobiología de dinosaurios del AMNH y comisario de la exposición, Roger Benson, señaló que “el visitante no solo puede ver modelos a tamaño real de dinosaurios como el triceratops, sino también el mundo en el que vivía junto a plantas y otros animales”.
“El meteorito tuvo consecuencias dramáticas en todo su entorno, especialmente en toda América, pero también lanzó grandes cantidades de partículas, rocas, polvo, gases y vapores que calentaron la atmósfera hasta los 600 grados centígrados”, resaltó Benson.
Más allá del impacto del meteorito, el comisario añadió que la exposición “también explica las importantes acciones de conservación que la gente está llevando a cabo para mitigar la pérdida de biodiversidad, probablemente causada por las actividades humanas actuales”.
El presidente del AMNH, Sean Decatur, explicó que “combinar los dinosaurios y el espacio apela mucho a los visitantes a venir”, además de “poder contar la historia de una extinción de hace 66 millones de años a través de evidencia científica”.
Con información de EFE.